Carla y Noa tienen 7 añitos y una mirada que enamora . Les chifla pintar, bailar y cantar, ¡son unas artistas, sin duda! El colegio les regala normalidad : sus compañeros/a y el profesorado las adoran y cuentan con una monitora que las asiste, lo que les permite “ estar con otros peques y hacer cosas de peques”. Luego, cada día, su mamá y su papá, Verónica y Pedro , se dejan las horas y el corazón en hacerles sus dolorosas curas: “ Es un momento complicado para los cuatro, además, nos deja poco tiempo para hacer otras cosas con ellas. No les gusta nada, les duele y nosotros sufrimos, pero bueno, no queda otra ” -nos explica Pedro. Tras un año y medio de lucha, recientemente han logrado que se les conceda ayuda de enfermería a domicilio. No han estado solos en esta lucha, la Asociación DEBRA-PIEL DE MARIPOSA les ha acompañado desde el nacimiento de Carla y Noa, literalmente: “Cuando nacieron, un dermatólogo se puso en contacto con nosotros y en menos de 24 horas, desplazaron
"Las cosas grandes se hacen por una serie de cosas pequeñas combinadas" (V. Gogh).