Este post tan especial es parte de mi voluntariado en la Asociación Alhelí, de ayuda para la prevención del duelo patológico. Se trata del testimonio de Carmen , una de sus dolientes, que compartió conmigo un trocito de su vida y de su paso por la asociación. Iber, hijo único de Carmen, murió el 2 de marzo de 2020, 5 días antes de cumplir 28 años. Anuk , su hermano canino , murió tres meses más tarde. Su nombre, “Iber”, es un fragmento de la palabra “libertad” que sus padres tomaron prestado cuando nació. Iber dibujaba, soñaba y diseñaba magistralmente: era todo arte, creatividad, ingenio, luz, empatía, corazón, sensibilidad, conciencia. Fuente foto: https://asociacionalheli.org/ Carmen sabe que Iber presentía la pandemia, el confinamiento, la limitación de nuestra libertad. En sus sueños, él le ha explicado por qué se marchó tan pronto: “Mamá, tengo que estar aquí, llega mucha gente de golpe” . Iber los acoge, entre ellos, a su dulce peludo, Anuk; no consintió que se fuera ant