Joan era sin duda un precioso girasol: tuve la oportunidad de conocerla, verla una vez, entre el bullicio de velas en recuerdo de almas queridas, sonreía, agradecía y ayudaba.
Ella sí había entendido de qué va la vida.
Joan y Fred se conocieron en una pista de baile y dieron muchos pasos juntos antes de que un tumor se llevara a Fred entre las cuatro paredes de una fría habitación; Joan marcó muchos hitos antes de dejarnos el pasado mes de junio, entre el cariño y el agradecimiento de su equipo y de todas las personas a las que su corazón había regalado cariño, cuidados y paz en los momentos más difíciles.
Joan Hunt y su eterna sonrisa. |
“Nuestra
carga de trabajo aumentó bastante durante los primeros meses de la
pandemia, atendimos muchos más pacientes de lo normal, a pesar de las dificultades
económicas que nos generaba mantener las tiendas cerradas y no celebrar
eventos. Afortunadamente, aunque aún no hemos alcanzado el número de eventos
que celebrábamos antes del Covid, poco a poco, vamos retomando el ritmo” – nos cuenta
Jorge López, Técnico de
comunicación y captación de fondos de Cudeca – “Seguimos añadiendo vida a los
días, gracias a nuestra forma especial de cuidar y, para ello, sin duda, necesitamos
la ayuda de la comunidad”.
CUDECA
Y SU “FORMA ESPECIAL DE CUIDAR”.
En línea con el movimiento de cuidados paliativos británico (del que fuera precursora Dame Cicely Saunders en los años sesenta), el concepto de cuidado paliativo actual engloba la atención médica, física, psíquica, social, emocional y espiritual de las personas que sufren una enfermedad grave, sus familias y cuidadores/as, cubriendo sus necesidades y mejorando su calidad de vida.
En efecto, Cudeca ofrece cuidados paliativos de manera gratuita, apoyo a los familiares y cuidadores/as de la persona enferma, gracias a la asistencia de psicólogos y trabajadores sociales.
Tres
tipos de cuidados son posibles en la actividad de Cudeca: cuidados paliativos
especializados en nuestro hogar (gracias a un médico o doctora y un/a
enfermero/a, psicólogos/as y trabajadores/as sociales que trabajarán en
coordinación con el equipo sanitario de nuestro centro de salud u hospital); cuidados
paliativos especializados en la Unidad de Hospitalización de Cudeca (entorno
acogedor y totalmente equipado en el que se atienden síntomas y necesidades de
alta complejidad); y cuidados en la Unidad de Día y Rehabilitación (fisioterapia,
cuidados de la imagen, actividades sociales y culturales, para la recuperación
de la autonomía y bienestar del paciente y al respiro de sus cuidadores/as).
“NO PARECE UN HOSPITAL, PARECE UNA CASA RURAL”.
“Yo
sabía que mi madre estaba en las mejores manos y por eso sentía un gran alivio.
Ella pasó por momentos muy difíciles pero también buenos momentos gracias al
equipo de Cudeca” -cuenta Patrick Boyle.
Patrick
es ahora voluntario de Cudeca: “Si sientes que puedas ayudar un poco, hazlo. No
pensamos en sitios como este hasta que los necesitamos y cuando eso sucede,
vemos que son mejor de lo que esperábamos. Os invito a venir y conocer CUDECA,
también a ayudar: probablemente, un día tú también necesitarás esta ayuda”.
¿Aceptas la invitación de Patrick?
¿Te animas a añadir vida a los días?
¡Aquí te cuento cómo!
Gracias a Cudeca y Jorge López por su colaboración en la realización de este post.
MÁS
INFORMACIÓN:
20 años dando vida a los días.-
Servicios prestados por Cudeca.-
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